lunes, 7 de julio de 2008

Pros y contras del TLCAN

Pros y Contras del TLCAN para México

Desde la firma del TLCAN México ha tenido una evolución considerable ya que gracias a este tratado, hemos tenido una alza de nuestras exportaciones además de ser uno de los principales socios comerciales de Estados Unidos, muchos países nos han tomado en cuenta y hemos estado en los principales organismos internacionales.

Pero no todo es tal y como lo pintan ya que como todo tenemos pros y contras.

“Se están erosionando las ventajas competitivas generadas por el TLCAN”
A diez años de su puesta en marcha, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ha dejado un saldo francamente positivo en la balanza comercial de México frente a sus socios norteamericanos. Pero en esta década que ha transcurrido, en que se han celebrado más de una decena de acuerdos similares con otros países, las ventajas iniciales del TLCAN se han ido erosionando para México, a juicio del doctor Jaime Serra Puche, por la pérdida de competitividad de nuestra economía y por la ausencia de reformas estructurales por parte del gobierno mexicano, entre otras razones.

Se ha cumplido el décimo aniversario de la firma y puesta en marcha del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Ha sido un tiempo suficiente para evaluar los pros y contras de la apertura comercial y de la nueva posición que ocupa México en el mundo. ¿Cuál es tu balance al respecto?
Los dos objetivos fundamentales del TLCAN, referidos a exportaciones e inversión extranjera directa (IED), se han cumplido. El crecimiento del comercio en América del Norte, desde el inicio del TLCAN, ha sido exponencial; en particular, las exportaciones mexicanas no petroleras han crecido anualmente a ritmos superiores al 10% anual. La pendiente de crecimiento fue superior a la previa al TLCAN. Sin embargo, desde 2001 las tasas de crecimiento han disminuido e incluso han registrado valores negativos.

Por su parte, la inversión ha crecido considerablemente. En los años previos a la firma del TLCAN, México registró un nivel promedio de IED de $3,468 millones de dólares al año; el nivel promedio de IED para México después de su incursión en el TLCAN ha sido de $14,193 millones de dólares al año, lo cual implica un crecimiento de alrededor de 300% en los niveles promedio.

En los 10 años del TLCAN, la balanza comercial de México con Estados Unidos, ha tenido una gran transformación: de un déficit comercial de $2,400 millones de dólares en 1994 a un superávit de más de $36,000 millones casi una década después (según cifras de la Secretaría de Economía). ¿Qué ha significado este formidable cambio estructural en términos económicos y políticos para México?Una de las principales dudas durante la negociación del TLCAN consistía en un planteamiento basado en las asimetrías existentes entre México y EUA. Por ello, la apertura comercial entre ambos países se realizó a ritmos diferentes. México es el país que más lentamente ha abierto su economía a sus socios comerciales.

Algunos empresarios consideran que el TLCAN ha dañado —o de plano acabado con— muchos ramos industriales locales, que no han podido sobrevivir en un entorno de mayor competencia comercial, pero por otro lado se afirma que los consumidores son quienes han recibido la mayoría de los beneficios. ¿Qué tanto ha contribuido la apertura comercial a abatir la inflación en México?
La integración creciente entre las economías de América del Norte ha resultado en una estabilización de precios. En primer lugar, la apertura de nuestra economía ha permitido que los precios internacionales ejerzan un efecto disciplinario sobre los precios domésticos. En segundo lugar, el intercambio creciente de flujos comerciales ha estabilizado el tipo de cambio entre el peso y el dólar y esto, a su vez, ha resultado en tasas inflacionarias menores.

Uno de los reclamos de los grupos llamados “globalifóbicos” es la supuesta pérdida de empleos que ha generado la globalización en sus países de origen. Según declaraciones del representante comercial de Estados Unidos, Robert Zoellick, el TLCAN ha sido benéfico para ambos países desde el punto de vista del empleo. Según él, se han creado 20 millones de nuevos empleos en Estados Unidos y 3.5 millones más en México, vinculados al TLCAN. Entonces, surge la pregunta: ¿De qué se quejan realmente los globalifóbicos?

La relación existente entre el crecimiento de las exportaciones y el crecimiento del número de obreros empleados en el sector manufacturero, es positiva, lo cual implica que el crecimiento en las exportaciones se ha traducido en un crecimiento en el número de obreros.

La relación existente entre el crecimiento de las exportaciones y el crecimiento de los salarios reales en el sector manufacturero.,es positiva, lo cual implica que un crecimiento en las exportaciones se traduce en un crecimiento en los salarios reales.

Las empresas que tienen una orientación exportadora en México pagan salarios 40 por ciento más altos que el salario promedio nacional.

La pérdida de competitividad de México puede identificarse en dos tipos de fenómenos: primero, aquellos que están íntimamente relacionados con la implementación del TLCAN y sus incumplimientos, tales como la prohibición de la entrada de camiones mexicanos a Estados Unidos y, segundo, otros que están relacionados con ámbitos ajenos al TLCAN, como son la ausencia de reformas estructurales por parte del gobierno mexicano, el enfriamiento de las relaciones bilaterales con Estados Unidos después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 y la guerra en Irak, la conformación de un Área de Libre Comercio de las Américas (FTAA), las negociaciones de un TLC entre Estados Unidos y Centroamérica, el TLC firmado entre Estados Unidos y Chile y la entrada de China a la Organización Mundial de Comercio (OMC), entre otras cosas.

Una de nuestras grandes ventajas competitivas de hace 10 años —la mano de obra barata— también parece estarse esfumando ahora ante el surgimiento de competidores formidables como China, que están distrayendo cada vez más inversión extranjera antes destinada a México hacia su propio país.

La incursión de China a la OMC ha erosionado las ventajas de México en más de una manera. Por un lado, está el atractivo en materia de inversión extranjera con el que cuenta China; por el otro, está la competencia que hoy en día representa China para México en el mercado estadounidense.

De acuerdo con estudios recientes, México tiene, dentro del mercado estadounidense, ventajas en sectores tales como el automotriz (que incluye automóviles, autopartes y accesorios, camiones completos y en partes, autobuses nuevos y usados) y en productos de hierro y acero procesados.

Existen otros sectores de dominio mexicano en el mercado norteamericano que actualmente están amenazados por los productos chinos. Tal es el caso de los sectores de maquinaria industrial, instrumentos de medición y control, computadoras, equipos de telecomunicaciones, televisores y reproductores de video, generadores de electricidad, mecanismos electrónicos y productos textiles.
Cabe resaltar que en el mercado de Estados Unidos, China tiene dominio en productos como son juguetes, ropa, teclados y máquinas de escribir, accesorios de computadoras, muebles y accesorios para el hogar y equipos de sonido, que tienden a ser productos que utilizan intensivamente la mano de obra. Estas desventajas sectoriales han resultado, desde el año 2000, en un crecimiento menor de las exportaciones mexicanas al mercado estadounidense, frente a las exportaciones chinas.

En el mercado norteamericano, México ha perdido espacio, fundamentalmente frente a China: la participación de los productos mexicanos en el mercado de Estados Unidos, por ejemplo, ha sido rebasada por la participación de los productos chinos, por primera vez desde que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entró en vigor .

Los sucesivos gobiernos de México, después del TLCAN, al parecer han estado convencidos de las bondades de la suscripción de acuerdos de libre comercio con diversos países y comunidades: Israel, Europa, etcétera.El acuerdo más reciente, con Uruguay, firmado el pasado 15 de noviembre, representa, según declaró nuestro embajador en aquel país, Samuel Lichtenszetjn— “una plataforma para que México acceda al Mercosur, un mercado de 230 millones de habitantes”. Pero, ¿qué tanto podemos aprovechar un TLC con Uruguay (y para el caso con el Mercosur), siendo países de niveles de desarrollo similar al nuestro?

Más allá de la discusión de si es posible o no aprovechar un TLC con un país similar a nosotros, creo que es necesario destacar que históricamente y, a la fecha, el comercio mexicano ha estado concentrado en la región de América del Norte. La composición del comercio, en lo que regiones se refiere, antes y después del TLCAN, es prácticamente igual; es decir, aún antes de la firma del TLCAN el comercio de México ya estaba concentrado en América del Norte.Ahora bien, estructuralmente y en materia de ventajas competitivas, México es muy similar al resto de Latinoamérica. De aquí que el fenómeno de complementariedad necesario para el éxito de un acuerdo comercial no es tan claro en el caso del comercio con América Central y América del Sur.Se ha dicho que el TLC con Uruguay es nuestro primer “tratado de segunda generación”, pues no sólo concierne el aspecto comercial, sino temas de servicios, inversiones, requisitos de origen, solución de controversias, etcétera.

1 comentario:

Unknown dijo...

WWWOOOORALES SI QUE TE ESFORZASTE BIEN HECHO NIÑA ESPERO QUE TE SAQUES UN 100 JEJE PROFE SI LE PUSO GANAS EEHH JAJAJA BYE